El trabajo con la fibra de cabuya en El Cantón de El Guarco acontece desde el año 1900.  El expresidente José Figueres Ferrer inicia con la industria de la cabuya en el año 1929, con su empresa en La Lucha Sin Fin (Robles, comunicación personal, agosto del 2011).  Como consecuencia, la producción de esta fibra aumenta, beneficiando a muchas familias con un incremento en la mano de obra.  Según testimonios, bajo la política de sostenibilidad del expresidente, se subsidio con tierras y dinero a los cabuyeros, que en algún momento se vieron perjudicados con la producción.

 

Hace menos de 45 años era común ver en las orillas de las calles y “callecillas” de los barrios de El Tejar, Tobosi, San Isidro y otras comunidades aledañas a los cabuyeros y a sus familias haciendo mecate y tejiendo la tradicional bolsa de mercado, la alforja, la cincha para el caballo o para las cogidas del café, la soga, etc. Los chiquillos dedicaban parte de su tiempo de juego a “darle a la carretilla” como dicen los cabuyeros, y los adultos se dedicaban a la extracción manual de la fibra y al tejido de artículos, además de la venta.

 

Lo que muchos de esos trabajadores no sabían, era que el mercado tenía otros intereses económicos, que le iban a generan más ganancia al comerciante, pero menos al trabajador jornalero.  Es así como vinieron los empresarios ofreciendo un producto más fácil para trabajar, manipular y más duradero, el sintético, aunque menos amigable con el ambiente, pero esto último era lo menos importante en esa época. También, surgió la competencia de otro textil que fue y sigue siendo utilizado por los artesanos, que es la tela de hilo o algodón (sobrantes de hilo que sobran de las maquilas) que se utiliza para hacer hamacas y que produjo gran incremento en el mercado artesanal de El Guarco, principalmente en la comunidad de Higuito.

 

Entre las primeras familias de las que se tiene noción debido a su trabajo en el oficio de cabuya, están los hermanos Calderón en la Cangreja, Aníbal Navarro y familia en Higuito. (Serrano, comunicación personal, 2011), y los Salas, Maroto, Quiroz, Calderón, Campos en El Tejar, los Molina en Copalchi (Camacho, comunicación personal, 2010).  Asimismo, se encuentran los Figueres propulsores de la idea industrial de cabuya en la Lucha, los Arrieta en San Isidro, y más recientemente: José Rodríguez, Ramiro Campos, Marco Tulio Salas, Fernando Brenes, Ana Solano, Mélico Salas, Raúl Molina, Marco Tulio Quirós y la familia Abarca de la Estrella de El Guarco, quienes cultivan la cabuya.